viernes, 1 de marzo de 2013

Los desafíos del próximo Papa en la Iglesia latinoamericana

 

América Latina es vista como una reserva vital de creyentes, pero un cúmulo de nuevas y viejas divisiones entre sus fieles en la región suponen un reto particular para El Vaticano
                        Los desafíos del próximo Papa en la Iglesia latinoamericana 

(Reuters)
 BBC Mundo. América Latina es vista como una reserva vital de creyentes para la Iglesia Católica, pero un cúmulo de nuevas y viejas divisiones entre sus fieles en la región suponen un reto particular para el Vaticano y el próximo Papa.
 Si bien las disputas internas en la Iglesia en general están lejos de ser una novedad, la inusual renuncia de Benedicto XVI colocó una vez más el foco de atención sobre ese fenómeno, no solo dentro de la curia romana.
 Los católicos de América Latina (que se calcula que son cerca de 41% del total) tienen su propia lista de disputas respecto a la función que la Iglesia debe cumplir en la región.
 Esto incluye desde luchas del pasado en torno a la Teología de la Liberación, aún latentes aunque menos visibles, según especialistas, hasta distintas formas de plantarse ante temas como el aborto, los abusos sexuales en la Iglesia o la fuerza innovadora del Movimiento Carismático Católico.
 “La Iglesia (en América Latina) es todo menos homogénea”, le dijo a BBC Mundo Roberto Blancarte, sociólogo experto en religión en el Colegio de México, profesor visitante del Centro de estudios latinoamericanos en la Universidad de Stanford y exconsejero de la embajada mexicana ante el Vaticano.
 ¿CAPÍTULO CERRADO?
Los analistas coinciden en que los sectores tradicionales o conservadores ganaron un poder indiscutido en la jerarquía católica latinoamericana durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI.
 Esto permitió al Vaticano disminuir en la región la influencia de la Teología de la Liberación, cuya prédica a favor del cambio social y la lucha por los pobres fue vista por ambos papas como un movimiento político de inspiración marxista contrario a los intereses de la Iglesia.
 Instituciones que enseñaban esa teología fueron cerradas y promotores de la misma, como el brasileño Leonardo Boff, fueron desplazados. Pero muchos dudan que la Iglesia haya logrado unirse y haya cerrado definitivamente esa disputa en Latinoamérica.
 “Cuando hablamos de las diferencias dentro de la Iglesia, obviamente siguen existiendo porque la gente que defendía la Teología de la Liberación (...) no se ha muerto”, dice Blancarte.
 “Muchos se fueron a organizaciones no gubernamentales, de defensa de derechos humanos o de otro tipo, donde siguen actuando como miembros de la Iglesia pero no necesariamente dentro de la estructura eclesiástica”, agrega en diálogo con BBC Mundo.
 El salvadoreño Manuel Vásquez, jefe del departamento de religión en la Universidad de Florida, evalúa que la pugna aún podría resurgir si cambian los vientos económicos favorables para la región y la desigualdad social vuelve a crecer.
 RENOVACIÓN Y CONFLICTO
Al mismo tiempo, la Iglesia Católica vive en América Latina divergencias sobre cómo encarar desafíos modernos como el aumento del número de evangélicos o de personas sin religión.
 En ese contexto, movimientos como la Renovación Carismática son vistos por muchos como un ejemplo de cambio que puede servirle a la Iglesia católica para atraer fieles, en particular jóvenes.
 Aceptado por el Vaticano, el movimiento Carismático cobró impulso en Brasil y otros países con el uso de medios de comunicación, música y una participación activa de sus auditorios como ocurre en encuentros evangélicos.
 Vásquez dice que en sus investigaciones descubrió que si bien este movimiento ha activado la religiosidad de muchas personas, “por otro lado tiene una tendencia a dividir y generar conflicto”.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario