jueves, 6 de diciembre de 2012

¡Miles de limeños en grave riesgo!


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Sismólogo Julio Kuroiwa señala que ante ello programas como Ciudades Sostenibles ofrecen una solución, a fin de hacer frente a una catástrofe de este tipo.
POR REYNA CÁRDENAS A.
Grave riesgo en caso de ocurrir un terrible sismo corren viviendas precarias o en estado ruinoso ubicadas tanto en Lima como en el interior del país, refirió a EXPRESO el sismólogo Julio Kuroiwa, quien advirtió en este sentido lo que implicaría no tomar previsiones para evitar daños con fatales consecuencias.
Según explicó Kuroiwa, los sectores de la población que se encuentran en mayor riesgo son aquellos que viven en casas de tapial de algodón, material hecho a base de tierra compactada que se usa mucho en la costa para dividir terrenos de pastoreo, y trabajado en muros de 12 metros de largo por 8 de ancho.
“Estas viviendas son muy vulnerables, y si están construidas sobre terreno blando se convierten en trampas mortales. Tenemos un trágico ejemplo con lo que ocurrió en Huaraz el 31 de mayo de 1970; allí murieron cerca de 10 mil personas”, recordó el connotado especialista.
Asimismo, y tras el terrible terremoto que el 15 de agosto de 2007 afectó terriblemente la ciudad de Pisco y zonas aledañas, el sismólogo se refirió a la posibilidad de un fenómeno de estas mismas magnitudes en una zona con gran actividad turística, como el Valle Sagrado de los Incas en el Cusco.
“Mi temor era y es que si ocurre un sismo en el Valle Sagrado de los Incas, donde hay muchas construcciones de tapial sobre terreno blando, este pueda dejar muchas víctimas y el turismo se vea afectado por varios meses”, dijo Kuroiwa.
Sin ir muy lejos, se remitió al mapa de riesgo de Lima Metropolitana para referirse al peligro que corren decenas de miles de viviendas en zonas periféricas como Puente Piedra, San Juan de Lurigancho, Ate, Villa María del Triunfo y San Juan de Miraflores, construidas sin columnas y sobre pendientes inestables de arena eólica.
A la realidad de estas sumó el terrible riesgo que corren las viviendas del Centro Histórico de Lima en zonas como Barrios Altos, o la parte antigua del Callao. En esta última –dijo– existen cientos de miles de viviendas de adobe y quincha que tienen daño acumulado por efecto de sismos anteriores o la humedad del suelo, propia del sitio.
Allí, explicó, las ondas sísmicas sufrirían gran amplificación. “Si es que ocurre un sismo de gran magnitud, esas construcciones colapsarían y después de unos 30 minutos comenzarían a llegar varias olas de tsunami como sucedió en 1746; entonces ahí se puede esperar muchas víctimas”, advirtió.
El dato
Kuroiwa destacó el trabajo que se realiza a través del programa ‘‘Ciudades sostenibles’’. En este se cuenta con los mapas de peligro de más de 170 ciudades, a fin de identificar qué ciudades tienen terreno blando y dónde hay construcciones vulnerables.

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